lunes, 28 de febrero de 2011

Equilibrio Emocional

La importancia del equilibrio reside es que es la fuerza universal. Así como el universo se encuentra en perfecto equilibro entre sus energías y leyes, así también nosotros como parte de él estamos en equilibrio. Tan solo lo que nos diferencia de su equilibrio es el creer que no lo estamos y en actuar pensando en esa forma.

¿Esto quiere decir que nos encontramos en equilibrio?

Sí, nos encontramos en equilibrio para con lo que somos. Ahora si queremos mejorar, si queremos progresar, tanto como seres individuales como sociedad, hay que llevar ese equilibrio mucho más lejos y poder alcanzar un equilibrio mucho mayor.

Hoy en día, lo que pasa en el mundo; guerras, gente que se muere de hambre, discriminación y conflictos sociales, no son más que la representación de lo que pasa en nuestro interior. En el interior de cada uno de nosotros, que a la suma de todo eso se refleja con todos esos conflictos sociales con los que hoy en día tenemos que convivir.

¿Eso significaría que estamos en equilibrio con la realidad de hoy en día?

Yo no diría de hoy, más bien diría de ayer. Hasta todo lo que venía pasando y paso ayer es lo que pasaba en nuestro interior. Si hay conflictos en nuestro interior, hay conflictos en nuestro exterior. Porque el exterior no es más que la representación de nuestro interior, que como no nos animamos a ver, la forma que tiene de representarse es mostrándose en donde están nuestros ojos, hacia afuera. Ya hoy es otra la cuestion, son otras las cosas que pasan y tenemos que buscar nuestro equilibrio con ellas.

¿Podemos cambiar eso? ¿Podemos cambiar nuestro enfoque?

Sí, pero tenemos que estar preparados, animarnos, a ver los conflictos que se encuentran adentro, los miedos, la discriminación que hacemos a los otros y el daño que nos hacemos a nosotros mismos.

Pero si adentro es igual que afuera, vamos a ver lo mismo que vemos todos los días con los ojos.

Exacto! Pero no nos enseñaron a ver hacia adentro, nos enseñaron a mirar hacia fuera y a dejar de lado las cosas que no nos gustan, como cambiar de canal cuando pasa algo que no nos gustaría ver. Pero cuando se mira hacia adentro no se puede cambiar de canal, porque es obvio que lo que pasa es nuestro, en cambio afuera no es tan obvio que es nuestro y podemos hacer diferencia. Hacia adentro lo que se ve es lo que hay y hay que saber enfrentarlo y estar dispuestos a cambiarlos si pareciera que no es correcto.

¿Y se puede saber de dónde viene todo eso?

¿Lo que se encuentra adentro nuestro? Proviene experiencias vividas en esta vida, que las mismas son el reflejo de las vividas en vidas pasadas, tanto de las acciones buenas que hicimos como de las acciones malas para con los demás y de la forma en que las guardamos en nuestro interior.

Por ejemplo cuando hacemos algo por alguien, adentro nuestro guardamos la intención de si eso lo hicimos por hacer un bien a otro o si lo hicimos por algún interés que teníamos de alguna otra cosa.

¿Y cuál sería la buena forma de hacer las cosas?

Como lo enseñan todas las enseñanzas de maestros iluminados, el bien obrar de la acción reside en actuar sin interés por nada a cambio, actuar por el simple hecho de actuar, porque nos tocó ser parte de esa acción entonces dar lo mejor que tengamos para dar pero librándonos del resultado de esa acción. Krishna dice que siempre le entreguemos a él el fruto del resultado de nuestra acción para que así nos libremos del peso de que salga bien o mal, dando todo de nosotros en la acción y entregando a él el resultado.

¿Y cómo podemos aplicar esto con respecto al enfoque de nuestro interior?

Ahí vuelve el equilibrio a tomar forma, tenemos que equilibrar nuestro cuerpo, con práctica de actividades relajantes como el yoga, que es una ciencia sagrada para equilibrar el cuerpo tanto así como la mente y el espíritu. Pero bueno, primero con el cuerpo, comiendo sano, cosas que sean naturales, cocinarlas nosotros con amor e ingerirlas por amor al cuerpo y por fortalecerlo y darle vida. Lavarlo con amor y tratarlo como lo que es, un templo para que podamos vivir, es Nuestro templo particular.

Equilibrar la mente, tener pensamientos benefactores, de caridad y de compartir el fruto de nuestra labor y dedicación.

Equilibrio espiritual, trabajar el silencio, trabajar el obrar por caridad, atendiendo las necesidades ajenas antes que las propias, con lo mínimo que conozcamos o estemos capacitados para hacer, pero hacerlo, sin temor a pérdida o al fracaso, simplemente actuando por el arte de actuar entregando el resultado al universo. Si la intención es hacer un bien el resultado seguro que así lo será.

¿Haciendo esto estaríamos cambiando al mundo?

El mundo cambia todo el tiempo, cambiarlo para mejor, si, cambiando nuestra forma de pensar, nuestra forma de ver y nuestra forma de actuar para mejor, con más consciencia, con más sentido común y con más intención de hacerles mejor a otros antes que a nosotros, estaremos cambiando al mundo para mejor. Hasta que todo esto no pase, seguiremos en un equilibrio negativo para el mundo y continuaran las guerras interiores y exteriores.


Paz y luz para todos.

Pablo Soria

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